Barrera frontal móvil
Las colisiones frontales son responsables de más muertes y lesiones graves que cualquier otro tipo de accidente. Un escenario típico es una colisión frontal entre dos vehículos que se acercan a velocidades moderadamente altas. En la mayoría de las colisiones de este tipo, solo interviene una parte de la anchura frontal de la estructura del vehículo, es decir, los dos vehículos que colisionan no lo hacen en el centro. Los datos sobre accidentes sugieren que los solapes moderados son más habituales en Europa.
LOS IMPACTOS FRONTALES SON RESPONSABLES DE MÁS MUERTES Y LESIONES GRAVES QUE CUALQUIER OTRO TIPO DE ACCIDENTE
En la prueba a gran escala de la MPDB, el coche de prueba es conducido a una velocidad de 50 km/h y con un solape del 50 % hacia una barrera deformable montada en un carro de 1400 kg que viene en dirección contraria, también a 50 km/h. La barrera representa la parte delantera de otro vehículo, que se vuelve progresivamente más rígida cuanto más se deforma. La prueba reproduce una colisión entre el vehículo de prueba y un coche familiar normal de tamaño medio. En la parte delantera, se sientan dos dummies de impacto frontal que representan hombres promedios y, en los asientos traseros, se colocan unos dummies infantiles. Los dummies, el vehículo y el carro tienen equipos para mostrar las fuerzas y las desaceleraciones a las que se verían sometidos los ocupantes del vehículo. En esta prueba (THOR-50M) especialmente, el dummy conductor es un dispositivo de prueba extremadamente sofisticado y sensible, desarrollado para calcular con precisión el riesgo de lesiones en la cabeza, el cuello, el pecho y el abdomen.
En esta prueba se evalúan varios aspectos de la seguridad de un vehículo. Para proteger a los ocupantes del vehículo de prueba, las fuerzas de colisión tienen que dirigirse eficazmente a las partes del vehículo en las que la energía puede ser absorbida de manera eficaz y segura. La zona de absorción de impactos frontal debe hundirse de forma controlada, dejando el habitáculo lo menos deformado posible, sin exponer, al mismo tiempo, a los ocupantes a niveles de desaceleración peligrosamente elevados. El movimiento hacia atrás del volante y de los pedales debe ser limitado si se quieren evitar lesiones graves. Además, la forma en la que el carro se desacelera en el impacto y el daño infligido por el vehículo de prueba a la barrera deformable indican la eficacia con la que han interactuado las dos partes implicadas. Se considera que un vehículo que produce desaceleraciones del carro extremadamente elevadas o que causa una deformación localizada muy grave tiene una mala «compatibilidad». En el mundo real, esos vehículos pueden no absorber su propia energía tan eficazmente como debieran y representan una amenaza para otros usuarios de la carretera.
Incorporado en 2020