2018 Pruebas de conducción automatizada
¿Qué son los sistemas de conducción automatizada?
Los automóviles se sofistican a medida que los fabricantes se aproximan a su objetivo: vehículos automatizados que se conduzcan solos. Aún queda mucho camino que recorrer para llegar a los vehículos verdaderamente autónomos, pero las tecnologías de asistencia a la conducción se están extendiendo cada vez más, incluso entre los automóviles cotidianos. Dichos sistemas combinan el Control de crucero adaptativo (ACC) (inteligente) y el Sistema de centrado en el carril (LC) para ayudar al conductor a mantener una velocidad estable, guardar la distancia de seguridad con respecto al vehículo que circula delante y evitar que el coche se aleje del centro del carril.


La gran ventaja para los conductores es que reciben ayuda para conducir de forma segura y reducen su nivel de estrés.
Legalmente, los sistemas que pueden ayudar de forma constante al conductor, tanto en su avance como en los movimientos laterales, son conocidos como Función de dirección de accionamiento automático (ACSF), Categoría B1.
LAS TECNOLOGÍAS DE ASISTENCIA A LA CONDUCCIÓN SE ESTÁN EXTENDIENDO CADA VEZ MÁS, INCLUSO ENTRE LOS AUTOMÓVILES COTIDIANOS.
Legalmente, los sistemas que pueden ayudar de forma constante al conductor, tanto en su avance como en los movimientos laterales, son conocidos como Función de dirección de accionamiento automático (ACSF), Categoría B1. En lo que respecta a la conducción automatizada, reciben el nombre de Sistemas de nivel 2, según la clasificación de la Sociedad de Ingenieros de Automoción. Euro NCAP los llama simplemente Sistemas de asistencia al conductor, ya que han sido diseñados para ayudar al conductor, no para tomar el control. El conductor debe mantener las manos en el volante y la atención puesta en la carretera en todo momento. Actualmente, los sistemas que permitirían al conductor soltar el volante durante largos periodos de tiempo o realizar tareas secundarias no están permitidos en nuestras carreteras.
Estos sistemas han sido diseñados para ayudar al conductor, no para tomar el control.
Las tecnologías disponibles en la actualidad se han diseñado principalmente para su uso en carreteras bien señalizadas, como autopistas. Sin embargo, eso no significa que no puedan activarse en otros tipos de carreteras, en las que el fabricante recomienda que no se utilicen porque su uso sería inadecuado. Un buen sistema de asistencia al conductor ayudará al conductor a circular con seguridad, pero no hasta el punto de que exista un exceso de confianza en el sistema. Su función será supervisar el mal uso del sistema, como apartar las manos del volante, y recordar al conductor que debe permanecer atento. No obstante, el conductor deberá activar el sistema cuando vaya a iniciar el viaje, al contrario de lo que ocurre con los sistemas de intervención como el Frenado de emergencia autónomo (AEB) o el Sistema de permanencia en el carril.
El conductor debe mantener las manos en el volante y la atención puesta en la carretera en todo momento.
Acerca de los pruebas
Los sistemas de asistencia en carretera ayudan al conductor cuando la conducción se vuelve monótona al circular en autopistas y pueden adaptar automáticamente la velocidad según las curvas, los límites de velocidad y el tráfico circundante. Para que los consumidores se hagan una idea de las capacidades de los sistemas actuales, Euro NCAP ha desarrollado diferentes pruebas para evaluar cómo se comportan dichos sistemas en determinadas situaciones críticas, todas ellas simuladas en una pista de pruebas.
Pruebas de control de crucero adaptativo
El Control de crucero adaptativo (ACC) es un sistema que ajusta automáticamente la velocidad de crucero para adaptarla a la velocidad del vehículo que circula delante a una velocidad inferior, lo que ayuda a mantener la distancia de seguridad. El ACC puede funcionar de forma independiente o en combinación con otros sistemas de asistencia al conductor, ya evaluados por Euro NCAP, como el AEB y el sistema de asistencia de carril, que permanecerían activos en segundo plano. Para las pruebas del ACC durante la conducción automatizada se utiliza una versión ampliada de la prueba del sistema de frenado de emergencia autónomo (AEB) de Euro NCAP, con velocidades de aproximación similares a las que se pueden ver en las autopistas europeas. Dichos sistemas se han diseñado para adaptar automáticamente la velocidad cuando nos aproximamos al vehículo de delante, que circula a menor velocidad o está frenando y, en general, actúan como se esperaría en las pruebas realizadas. Sin embargo, no todos los sistemas funcionan igual de bien cuando el automóvil se aproxima a un vehículo que se ha detenido, ya que los algoritmos actuales tienen dificultades para identificar objetivos estáticos.
Las pruebas con mayores dificultades para los sistemas de asistencia en carretera son las situaciones de entrada en un carril y de salida de un carril. En la prueba de entrada, un vehículo del carril contiguo pasa al carril justo delante del vehículo de prueba. Se trata de una situación que ocurre todos los días, y un conductor atento se anticiparía, normalmente, a la maniobra y reduciría la velocidad para adaptarse a ella. En las situaciones de salida, el vehículo que circula delante abandona bruscamente el carril para evitar a un vehículo detenido, lo que obliga al sistema a identificar y responder a la situación en un corto periodo de tiempo.
La situación de entrada en un carril
La situación de salida de un carril
Pruebas de asistencia a la dirección
Se ha desarrollado un segundo conjunto de pruebas para evaluar el Sistema de centrado en el carril, que ayuda continuamente al conductor a mantener el vehículo en el centro del carril. El nivel de asistencia proporcionado por cada sistema se determina en una prueba de curva en S realizada a varias velocidades. Un buen sistema de asistencia al conductor seguirá ayudando al conductor durante la maniobra y no opondrá resistencia o se desactivará. Otra prueba mide el nivel de esfuerzo que necesita ejercer el conductor en el volante para evitar un pequeño obstáculo en la carretera.
Todas las pruebas de conducción automatizada se realizan en una pista de pruebas con carriles bien señalizados y, para las pruebas de entrada en un carril y de salida de un carril, se emplea un vehículo simulado robotizado para garantizar que se repita correctamente.
El control de velocidad es otra función que sería necesaria para que los automóviles pudieran circular por sí solos. Los sistemas actuales abarcan desde los muy simples (en los que el conductor fija la velocidad que el vehículo no puede superar) hasta sistemas sofisticados. La Adaptación de velocidad inteligente (ISA) utiliza los datos de los mapas digitales o las imágenes procedentes de una cámara para identificar el límite de velocidad "local" y, según los deseos del conductor, restringir la velocidad como corresponda. Los Sistemas de control de velocidad forman parte actualmente de las evaluaciones regulares de vehículos de Euro NCAP y no se han realizado aquí pruebas adicionales relacionadas con dichos sistemas. Solo unos pocos de los vehículos sometidos a prueba aquí disponían del sistema de adaptación de velocidad inteligente.
Además de someter a pruebas las funciones principales del sistema, Euro NCAP verifica la información proporcionada por el fabricante en los medios de comunicación, los anuncios o el manual del usuario para comprobar que no haya exageraciones o datos falsos, y que la información sobre el sistema y sus limitaciones sea lo bastante clara y completa.
Acerca de los resultados
Euro NCAP no ha incluido todavía los sistemas de conducción automatizada en la valoración de estrellas de seguridad, ya que aún está investigando cómo se diseñan dichos sistemas, cuáles son sus limitaciones físicas y qué ventajas de seguridad aporta.
En su lugar, Euro NCAP se centra en ofrecer información sobre las posibilidades técnicas y comentarios sobre la estrategia de diseño adoptada por el fabricante, dentro de los límites estipulados en la normativa europea.
¿Funciona?
Cuando se utilizan según lo previsto, los sistemas de asistencia en carretera ayudan al conductor a circular con menos estrés y a mantener la distancia de seguridad con respecto al vehículo que circula delante. Los sistemas respondieron de forma distinta en las situaciones de prueba. Según el enfoque adoptado, las actuaciones del vehículo y del conductor eran diferentes, como también las probabilidades de que se produjera un exceso de confianza. En las situaciones de entrada en un carril y de salida de un carril, ambas muy exigentes, solo es posible evitar una colisión si el conductor está alerta y puede reaccionar a tiempo.
Las primeras series de pruebas que se efectuaron en los sistemas de asistencia al conductor demuestran que no son autónomos ni permiten que el vehículo circule por sí solo, pero sí ofrecen asistencia. Obviamente, es imperativo que haya un ser humano detrás del volante, pero también es fundamental que los sistemas de seguridad activa y pasiva de última generación permanezcan en segundo plano como respaldo de la seguridad.